Es momento de hablar sobre memética

¿Dónde encontramos el humor en los medios de la actualidad? El mayor capital de la risa existe en Internet.

You Tube sin dudas supo ser el primer fenómeno masivo y popular que sugirió y elevó el placer por la anécdota y la gracia. Luego, hacia 2013 nació Vine, quien disputó el humor a los videos de Youtube, aunque Vine fuera más consumido por el mundo anglosajón. Aún, quien mantiene su lugar y protagoniza el momento más cómico del Internet continúa siendo el meme. Este, que es replicado, analizado y vuelto noticia, mucho nos habla de la sociedad de hoy y el posible curso de las comunicaciones.

Como a cada fenómeno popular de turno, el meme -como dispositivo de la cultura de medios masivos actuales- es sometido a diversos análisis y opiniones que concluyen, claro, en que tienen efectos positivos y negativos en la salud de la Web y de los usuarios. Pero al hablar de lo bueno ¿qué los hace tan efectivos? Si son el ingenio y el chiste, y de ahí su carácter cómico, la pregunta aquí es más profunda: ¿por qué nos hacen reír? Y si tan ocurrente y gracioso nos parece, ¿qué hay en ellos que hace que se reproduzcan con tanta facilidad?

¿Qué son los memes y dónde rastreamos su origen?

Para hablar de estos, es sustancial conceptualizarlos. Podríamos pensar que el fenómeno meme es relativamente reciente, pero no es así. En 1976, el autor de “El gen egoísta”, Richard Dawkins, introduce los términos “meme” y “memética” para explicar la difusión de ideas y fenómenos culturales. En este libro, se realiza una analogía entre meme y gen como unidades mínimas de transmisión de información.

Entonces, como esa “unidad mínima de transmisión cultural” ¿que rol cumplen los memes?

Para Dawkins, el meme transmuta en un proceso de imitación, es decir, la información llega a nosotros, la imitamos y la replicamos. Así continuamente en un proceso de aprendizaje dinámico e infinito. Rastreando el origen más cercano a lo que hoy en día reconocemos como “meme”, llegamos a esta imagen de 1921 publicada por Judge, un revista satírica de Estados Unidos en circulación desde 1881 hasta 1947.


Las características descriptas por el autor, relativo a la naturaleza del meme, son que deben ser “interpretables, numerosos y persistentes en el tiempo.” Todo ello debe darse para ser estos vehículos de transmisión de información. En la imagen anterior que es el meme de 1921, por ejemplo, podemos notar que ya se hacía referencia a una conducta o situación específica (como ser tomarse una foto con o sin flash) y es interpretada por quien la ve.

“...El meme posee un potencial comunicativo, cuyo sentido es compartido únicamente por aquellos que lo han incorporado dentro de sus bagajes simbólicos”. Con esto, explicamos que el asunto del meme será comprendido por quien lo mire dependiendo de lo que la persona conozca con respecto a ese tema.

Ya que decíamos que su contenido tenía como característica el ser “interpretable”, (es decir, que se preste a entendimiento de quienes lo ven y comparten), es que concebimos que el meme es importante porque sentimos identificación. Allí también está su mayor potencialidad, uno puede reconocer una conducta o eso que el meme cuenta. El meme hace hablar y reír a quienes lo replican. “No disfrutaríamos la comicidad si nos sintiéramos aislados. Parece ser que la risa necesita un eco”.

Sí, vos. ¿De qué te reís?

En cuanto a eso que creemos “gracioso”, reconocemos diferentes significados relativos a la risa y lo cómico. En primer lugar, está el que indica que la risa se desata frente a algo bueno, que se desprende de la alegría y la felicidad, y otra con una connotación negativa, identificable con la burla. “El espectador (en la comedia, por ejemplo) ríe de aquello que según las normas de su propia sociedad y cultura, se considera defectuoso y aberrante”. Con esto último, parece la risa tener una función quizás de crítica hacia algo.

Aquí, entonces, inferimos en que reímos sobre algo que conocemos o entendemos (normas sociales o sociedad, en este caso). Quien no entendió el chiste, no rió. Por lo tanto, una dimensión de la risa está relacionada sin dudas, con la conciencia. Es decir, sabemos de qué hablamos, -o de qué nos reímos-. Por tanto, puede decirse de esta también como un acto de autonomía y liberación. Quien ríe de algo, lo conoce y lo entiende.

Asimismo, otra función crucial que posee lo que nos parece gracioso (y el arte en sí), es la de aquel acto catártico que se experimenta con eso. Uno reconoce en lo cómico eso indeseable, ridículo o malo de alguna forma, y lo transforma en otro modo de reaccionar a lo adverso o negativo. “A través de un comentario gracioso exento del patetismo propio de la situación, (lo cómico) señala todo aquello que en el universo de los hombres puede ser percibido como trauma: la muerte, lo absurdo de la realidad, la realidad misma...” Los memes, por ejemplo, de infortunas en las relaciones, los memes criticando políticas injustas... Todo eso como otra forma de transitar el momento o lidiar con las adversidades del día a día.

Lo que ves lindo no es gracioso

Como decíamos más arriba, hay que recalcar que el contenido del meme nunca va a mostrar como política algo estéticamente bello. Si observamos, se trata de imágenes recortadas o como a modo de un mal collage. No importa la definición de la imagen (es hasta mejor si se ve pixeladas).

Hasta podría hablarse de que esta característica en la edición de los memes resulta un tipo de estética. Lo grotesco o lo ridículo termina por configurarse como otro modo artístico de algo. Se explica que “la vinculación de la estética a la idea de belleza, y la asociación de lo cómico o lo ridículo a lo feo y a lo deforme, ha dejado a éste (al ridículo como categoría estética) totalmente desplazado”. Y es que hay que reconocer que la edición de poca calidad de estos no es azarosa, sino completamente deliberada; por lo tanto verificamos aquí a eso ridículo como forma estética (en los memes y asimismo en tantas otras manifestaciones expresivas y artísticas).

Los memes como dispositivo mediático y socio-cultural

Así, todo aquello que aparece siendo contenido de un meme, habla de un rasgo de la cultura. Aunque sea mínimo, tan mínimo como una acción cotidiana (deseable o indeseable) en determinado contexto, hace que nos identifiquemos porque referencia a algo de la sociedad y los momentos que vivimos. “Su eficacia (la de la risa) ya no se hace depender de la cercanía del espectador a la ubicación espacial y temporal de la comedia, sino que dependerá de la comprensión y asimilación de unos determinados valores sociales, culturales, éticos y religiosos”. Con esto, conectamos lo risible en la comedia al meme, que como tiene características de comicidad, comparte el criticar y/ó opinar sobre cuestiones de la sociedad y la actualidad. A bien es evocar nuevamente la conceptualización de Dawkins sobre meme y la memética, mencionando que difunden contenido que tiene que ver con aspectos de nuestra cultura y sociedad.

Entonces, estas particularidades de incitar al reconocimiento del otro exponiendo una situación o problemática a través del humor, hacen de estos un producto muy sencillo de compartir y replicar. Pero los memes son también eficaces porque cuentan con la mayor de las bondades de la imagen gráfica, o lo que visualmente nos recuerda a un recuadro de cómic: tienen la posibilidad de su inmediatez. Se difunden tan rápido como una noticia, o incluso más que ella. En la actualidad, su composición es la conjunción de dos cosas: el hecho/la noticia es el contenido del chiste, y por otro lado, Internet su vehículo. Y llegó el punto en que el meme es noticia en sí mismo. “Internet se burla de los Millenials con crueles memes”, “Perdió el invicto y ganó crueles memes: Juventus y las reacciones tras la derrota ante Genoa”, “Los mejores memes que ha dejado BirdBox”.

Por eso, en épocas en que los memes son novedad y se convierten en noticia, no sólo prestamos atención a estos como fenómeno, sino que vamos descubriendo las maneras en van transformándose el periodismo, las relaciones y los medios en esta era digital y comunicacional por excelencia.



Por Lucía Alvarez Antoñana y Ailin Calisto
Aportes conceptuales: Darío Varas
Publicado en sitio web “Queremos Problemas”, noviembre de 2018.



Referencias

-“De lo ridículo-cómico a través de la comedia”, Fátima Coca Ramírez. Revista Electrónica de Estudios Filológicos, nro° 10.

-”¿De qué hablamos cuando hablamos de humor? Elementos para una teoría general de lo Irrisorio”, Cristian Palacios. Revista Luxor, nro° 35.

-”La risa. Ensayo sobre el significado de la comicidad”. Henri Bergson.

-”El meme en internet. Usos sociales, reinterpretación y significados, a

partir de Harlem Shake”, Gabriel Pérez Salazar, Andrea Aguilar Edwards y

María Ernestina Guillermo Archilla.

-“La risa y el humor en la antigüedad” Lic. Javier Martín Camacho.



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